Communiqué de presse

Adquisición: Georg Baselitz

El Museo Guggenheim Bilbao adquiere La Sra. Lenin y el ruiseñor , una serie de dieciséis pinturas de Georg Baselitz

El Museo Guggenheim Bilbao ampliará a 106 obras su Colección Propia con la reciente adquisición por parte de la Sociedad Tenedora Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Bilbao de una serie de dieciséis pinturas de Georg Baselitz, completada en el año 2008, que lleva por título La Sra. Lenin y el Ruiseñor (Mrs Lenin and the Nightingale). El precio del conjunto ha sido de 4 millones de euros.

Esta serie, considerada por la crítica una obra maestra no sólo dentro del conjunto de la obra de Baselitz sino también en el contexto de la pintura europea, complementa de forma extraordinaria el panorama más destacado del arte contemporáneo alemán presente en la Colección Propia del Museo, con artistas de la talla de Joseph Beuys, Sigmar Polke, Anselm Kiefer y Gerhard Richter; así como los fondos de la Solomon R. Guggenheim Foundation, que igualmente cuenta con una amplia representación de algunos de estos artistas.

La Sra. Lenin y el Ruiseñor (Mrs Lenin and the Nightingale) 2008, es una serie de dieciséis lienzos de gran formato (cada uno de ellos de 300 x 250 cm), subdivididos en dos grupos: ocho de las obras han sido realizadas sobre fondo blanco con coloridas pinceladas y otras ocho sobre un campo negro con tonos más apagados. La coherencia de la serie se sostiene en base a la repetición en cada gran lienzo del mismo elemento compositivo: dos hombres, con sus figuras invertidas, sentados el uno junto al otro, con sus penes expuestos y las manos descansando, de forma solemne, sobre las piernas. El motivo compositivo de las dos figuras tiene su origen en el célebre retrato de Otto Dix Los padres del artista (Die Eltern des Künstlers) de 1924. Por ello, como es el caso de muchas de las obras maestras de Baselitz, esta serie de dieciséis piezas se refiere con deferencia a la historia del arte.

A partir de este contexto, Baselitz compone una elaborada sinfonía de referencias históricas —la “Sra. Lenin” es, en realidad, el dictador Lenin, conocido por sus muchos disfraces, mientras que “el ruiseñor” hace referencia a Stalin, conocido, entre otras cosas, por su voz y su interés por la poesía— y autobiográficas, puesto que el artista tenía solamente siete años cuando Dresde fue bombardeada y tuvo que emprender viaje con su familia como refugiados.

Con respecto a la sociedad de Alemania del Este, el artista anota: “He sido educado en una versión casi secular de fanatismo religioso. Como resultado de Lenin, Stalin y la guerra perdida, una nueva sociedad se estableció en Alemania. Fue una sociedad socialista, comunista, antifascista y tenía claramente señalado como amigo la política de tiempos anteriores, sin elección y ninguna reflexión sobre sistemas políticos alternativos”.

Cada una de las dieciséis obras de la serie también tiene un título individual que añade más facetas y niveles de significado, tanto a cada lienzo como al conjunto de la serie. Como afirma el Director del Helsinki Art Museum, Janne Gallen-Kallela-Sirén, si la obra al completo “alcanza la plenitud con una base construida a partir de dictadores, historia europea e historia del arte, cada pieza individual de la serie constituye una melodía privada inspirada por encuentros personales de Baselitz con otros individuos, en su mayoría artistas, o por sus reflexiones en torno a ellos”. Así mismo, los lienzos contienen juegos de palabras y frases enigmáticas conectadas con artistas como Tracey Emin, Jake y Dinos Chapman, Jeff Koons y Damien Hirst, Lucien Freud o Frank Auerbach.

 

El genio transgresor

Georg Baselitz es uno de los artistas europeos más destacados del panorama artístico tras la Segunda Guerra Mundial y una de las referencias indiscutibles para generaciones de artistas más jóvenes.

Nace en 1938 con el nombre Hans-Georg Kern en Deutschbaselitz, Sajonia, que más tarde sería Alemania del Este. En 1956 se traslada a Berlín Este donde estudia pintura en la Academia de Bellas Artes y Artes Aplicadas. Tras ser expulsado por “inmadurez política”, prosigue sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Berlín Oeste y en 1958 se establece en dicha ciudad. En este período adopta el nombre de Georg Baselitz como tributo a su ciudad natal.

En 1963 la primera exposición individual de Baselitz en la Galería Werner & Katz de Berlín provocó un escándalo público. Dos de los cuadros, La gran noche se jodió (Die groβe Nacht im Eimer), 1962/63
—hoy en el Museum Ludwig de Colonia— y Hombre desnudo  (Nackter Mann), 1962, representaban figuras con un gigantesco pene en erección, por lo que fueron confiscados por inmorales. El litigio posterior acabaría en 1965 con la devolución de las pinturas.

La obra de Baselitz surge con un compromiso profundo con el vacío espiritual, cultural y social del período de la posguerra en Alemania. En palabras del artista: “Alemania estaba vacía. Todo, intelecto, tradición, se había ido. Las personas tenían que ser educadas para ser democráticas de nuevo. Y era necesario traer arte a Alemania”.

Su trabajo supone un retorno a la figuración y enlaza con la tradición alemana de los Expresionistas de principios del siglo XX, así como con pintores como Edvard Munch, o con el maestro de la pintura alemana del siglo XVI, Matthias Grünewald. Sin embargo, el mismo artista subraya: “Las cosas que hacía tenían que ser feas. Esto era importante para mí, tenían que ser agresivas, desagradables. Deberían ser extraordinarias no por su belleza, elocuencia o elegancia, sino por su fealdad y estupidez: imágenes malas, horribles”.

En 1965 pasa seis meses en Villa Romana, en Florencia y, a partir de esta fecha, viaja regularmente y vive temporadas en Italia. Es a finales de los años sesenta cuando pinta sus primeros cuadros con el motivo invertido, con el fin de transgredir y de superar el carácter marcadamente narrativo y figurativo de su obra temprana. “Ningún cuadro, ningún papel, tienen de por sí una orientación natural, o un arriba, un abajo, una derecha o una izquierda. Esto es, simplemente, una forma convenida, una convención. Y yo he llegado al hecho de que se puede hacer cuadros de manera que se contradiga esa convención, invirtiendo los motivos”, afirmaba el propio artista.

En los años setenta Baselitz introduce como técnica la pintura con los dedos, más tarde con la boca y con los pies respondiendo a la necesidad de estar íntimamente comprometido con la imagen, no sólo mental o espiritualmente, sino a través del cuerpo: “Alguien dibujando en la arena fácilmente logra acercarse a la playa”.

En 1976 se organiza la primera retrospectiva de su obra en la Staatsgalerie Moderner Kunst de Múnich, y en 1980 representa a Alemania en la Bienal de Venecia con su primera escultura Modelo para una escultura (Modell für eine Skulptur), 1979/1980. Durante décadas ejerció como profesor, primero en la Academia Estatal de Bellas Artes de Karlsruhe y después en la Academia de Bellas Artes de Berlín.

En la actualidad Georg Baselitz vive y trabaja en el lago Ammersee, en Baviera, y en Imperia, Italia.

Bilbao, 3 de diciembre de 2010

Toda la información sobre el Museo Guggenheim Bilbao a tu disposición en www.guggenheim-bilbao.eus (área de prensa).

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