El verano de 2020 ha sido atípico por el descenso de visitantes como consecuencia de la pandemia global y las limitaciones de movilidad geográfica asociadas a la misma. También lo ha sido, en positivo, por la eficacia de las medidas implantadas para garantizar la protección de la salud de visitantes del Museo, que han podido disfrutar del arte de forma segura y han mostrado un alto nivel de satisfacción.
Mientras que en el mes de junio fueron 8.383 los visitantes del Museo, en su gran mayoría locales debido al cierre de fronteras durante esas semanas, en julio recibió 37.234 visitantes y 53.056 en agosto, lo que suman un total de 98.673 personas. Las cifras de julio y agosto, que suponen aproximadamente un tercio de los visitantes recibidos en estos meses en años anteriores, son consideradas positivas por parte del Museo en la situación y contexto actuales.
En cuanto a su origen geográfico, el público estatal ha supuesto el 55% del total, y el procedente de otros países un 45%.
En el caso de los extranjeros, destaca la afluencia de franceses, que representan un 26% del total, seguido a distancia por ciudadanos de Holanda (5%), Alemania (3%), Bélgica (2%) y Gran Bretaña (2%).
Entre el público estatal, es remarcable el público procedente de Euskadi (14% del total), Cataluña (12%) y de Madrid (11%),
El día de mayor afluencia de público del verano fue el miércoles 12 de agosto, con 2.843 visitantes y la media diaria este verano ha sido de 1.600 visitantes
A pesar del menor número de público en relación a otros años, el Museo valora de forma positiva estos datos puesto que superan las previsiones realizadas previamente a la reapertura, y porque el índice de satisfacción en la visita ha sido muy alto gracias a la atractiva programación y a las medidas de seguridad adoptadas. Todavía pueden visitarse las exposiciones Olafur Eliasson: en la vida real, patrocinada por Iberdrola, Lygia Clark, la pintura como campo experimental 1948-1958; 7 fragmentos de William Kentridge, en la Sala Film&Video y las Obras Maestras de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao.